
Tía Isa quiere un carro brillante que sea del mismo color verde del océano. Pero el dinero no alcanza, sobre todo porque lo que ganan se divide en dos pilas: una para gastar aquí y otra para enviarle a la familia que vive lejos, con la esperanza de que se les unan algún dia.
Mientras tía Isa ahorra, su sobrina apila naranjas y alimenta gatos para sumar el dinero que gana a la pila. Así podrán comprar el carro perfecto… ¡uno que pueda llevar a todos a la playa!