Cuando yo era niña, todas las grandes comidas familiares terminaban con algo dulce.

A veces era el arroz con leche de abuela Fefa polvoreado con abundante canela. Otras veces era el impecable flan de mi suegra, siempre resplandeciente con azúcar acaramelada. Y otras veces era tan sencillo como el cake amarillo – sin glaseado – que mi mamá y mi tía Isa siempre llamaban panetela.

Pero el propósito de esos postres tan dulces era siempre el mismo: poder estar juntos aunque fuera un ratico más.  Era el momento de saborear la comida y de disfrutar la compañía de cada uno, y así ponernos al día con los detalles de nuestras vidas.

Sobremesa, mi boletín bimensual, está diseñado con ese mismo espíritu. Sobremesa es donde yo puedo detenerme y compartir cosas de una manera más profunda con aquellos de ustedes que están interesados en libros para niños y en mi obra.

Para recibir seis números de Sobremesa en tu buzón, tendrás que subscribirte. Tu correo electrónico nunca se usará para ningún otro fin que el de darte las últimas noticias de esta autora – más algunos privilegios y  regalitos de vez en cuando.

Es una dulce oferta, amigos. Me hace mucha ilusión que nos conectemos…

Cariños de
Meg