¿Hablas español?
Sí. Soy una cubanoamericana de primera generación. Crecí en Queens, Nueva York junto a mi mama y mi hermana. Hablábamos inglés y español en casa, aunque yo casi siempre hablaba en español con los otros miembros de mi familia.
¿Para jóvenes de qué edad prefieres escribir?
Toda edad tiene su propia dosis de magia y tragedia, y me encanta escribir sobre todas las facetas.
¿Cuáles de tus libros son verídicos o sacados de la vida real?
Casi todo lo que escribo se basa de alguna forma en lo que he experimentado o visto en mi propia vida. Pero lo que escribo es 100% ficción, lo cual quiere decir que ningún personaje ni evento en ninguno de mis libros es directamente de la vida real. Yo mezclo mis memorias de la gente, y les cambio el género, su especie o circunstancia. Luego pongo a los personajes en peligro o en situaciones difíciles y observo cómo resuelven los problemas. Lo importante es que soy honesta y digo la verdad sobre los sentimientos que provoca esa experiencia.
¿Cómo eras cuando niña?
Yo era como una máquina en constante movimiento. De pequeña, me entusiasmaba mucho participar en la escuela. Pero cuando llegué a los grados de junior high y de high school, gran parte de mi personalidad cambió. Me sentía infeliz en la escuela y en mi entorno familiar. A veces era arisca y sospechaba de la gente. Me costaba más trabajo salirme de mí misma y hacer amistades. Por suerte, eso no duró para siempre.
¿Qué consejo le darías a cualquier joven que quiera ser escritor o escritora?
Creo que lo más importante es leer mucho y apasionadamente, más allá de lo que te asigne la escuela. (Por el amor de Dios, busquen libros en los que puedan perderse en las páginas.) También creo que deben escribir con la mayor frecuencia posible, aunque sea en privado en un cuaderno. La única manera de aprender a ser un mejor escritor es escribiendo muchos, muchos borradores y dilucidar cómo lograr que lo que tienes en la cabeza suene bien en la página.
¿A qué le tienes miedo? ¿Qué te inspira?
Sencilla y llanamente, le tengo miedo a la violencia. En todas sus formas. Lo que me inspira es la asombrosa bondad que se presencia en este mundo todos los días si realmente prestas atención.
¿Qué es lo mejor y lo peor de ser escritora?
Lo mejor es que yo vivo en el mundo de mi imaginación y que le rindo tributo a la niñez y a la juventud de una forma importante y duradera. Lo peor es que necesitas tener una coraza muy dura para preservar tu autoestima. Los escritores triunfamos y fracasamos de una manera muy pública, de modo que tienes que estar preparada para que haya gente a quien no le guste tu libro para nada, y que te lo dejen saber con todos los detalles.